jueves, 5 de mayo de 2016

Paradigmas juveniles en el cine de autor


Porque no se trata de hacer una reseña como tal, sino de analizar algunas diferencias y similitudes que, después de ver estas dos películas, surgieron a modo de directrices temáticas. En ambos argumentos es explícito el tema de la juventud. ¿Cómo se percibe actualmente el papel de los jóvenes, en el cine independiente? A través de dos visiones distintas, apegadas al artificio de su arte, estos autores realizan una estupenda introspección de los valores que conforman a la juventud actual. 




Por un lado, con “Guten Tag Ramón” (2013), tenemos una interpretación de la realidad, abordado desde la perspectiva de los jóvenes migrantes. Un país como Alemania, que pese a los conflictos armados más devastadores del siglo XX y el racismo latente en sus barrios bajos, logra convertirse en una nación empática, semejante a la mexicana en muchos aspectos, pero ante todo, a la manera de asumir sus respectivas tragedias. La intención de Jorge Ramírez Suarez era precisamente ésa: desmitificar al monstruo gótico en una época no romantizada, tarea a veces difícil, debido, no sólo a la barrera del lenguaje, sino al prejuicio social. Recuerdo un diálogo entre Ramón (el protagonista), casi al final del filme, con su madre, después de haber regresado de Alemania. Ella le pregunta cómo es la nación teutona, y él contesta: un país lleno de castillos antiguos y mucha nieve. Esas agallas que tiene el joven mexicano de huir no sólo del hambre y la escasez, sino del narcotráfico, lo impulsa a adaptarse en un país lejano, desconocido, con tal de enviar dinero a casa. La juventud actual se sobrepone al papel que la sociedad le suele imponer. Vemos un joven capaz de tomar decisiones, aventurarse y vivir lo mejor posible, haciendo del país teutón, un segundo hogar.




Por otro lado está “Wholetrain” (2006) de Florian Gaag, donde la juventud adquiere otro carácter. Así ambas películas son diferentes y, al mismo tiempo, empatan en el manejo del tema. En esta ocasión se trata de un grupo de grafiteros, que contrarios al honrado y a veces ingenuo personaje de Ramón, intentando desenvolverse en las calles de Alemania, éstos se adueñan de las mismas. El arte urbano es vital para hacerlo. Entre los grafiteros es común competir, como grandes artistas deben marcar su territorio con tagers y realizar murales en los vagones del tren, estando inactivos en los talleres. Aquí vemos la enorme diferencia en la conducta de la juventud. Los personajes de “Wholetrain”, parecen decir: “el arte va en serio, nada nos detendrá”. Son la expresión de la adrenalina, la trasgresión del espacio público en búsqueda de un espacio propio, para realizarse como artistas y ser cada día mejores, incluso poniendo en riesgo sus vidas.


Nastero Olvido




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