Porque no se trata de hacer una
reseña como tal, sino de analizar algunas diferencias y similitudes que,
después de ver estas dos películas, surgieron a modo de directrices temáticas.
En ambos argumentos es explícito el tema de la juventud. ¿Cómo se percibe
actualmente el papel de los jóvenes, en el cine independiente? A través de dos visiones
distintas, apegadas al artificio de su arte, estos autores realizan una
estupenda introspección de los valores que conforman a la juventud actual.
Por un lado, con “Guten Tag Ramón”
(2013), tenemos una interpretación de la realidad, abordado desde la perspectiva de los jóvenes migrantes. Un país como Alemania, que pese a los conflictos armados más devastadores
del siglo XX y el racismo latente en sus barrios bajos, logra convertirse en
una nación empática, semejante a la mexicana en muchos aspectos, pero ante
todo, a la manera de asumir sus respectivas tragedias. La intención de Jorge Ramírez Suarez era precisamente ésa: desmitificar al monstruo gótico en una época
no romantizada, tarea a veces difícil, debido, no sólo a la barrera del lenguaje,
sino al prejuicio social. Recuerdo un diálogo entre Ramón (el protagonista),
casi al final del filme, con su madre, después de haber regresado de Alemania.
Ella le pregunta cómo es la nación teutona, y él contesta: un país lleno de
castillos antiguos y mucha nieve. Esas agallas que tiene el joven mexicano de
huir no sólo del hambre y la escasez, sino del narcotráfico, lo impulsa a
adaptarse en un país lejano, desconocido, con tal de enviar dinero a
casa. La juventud actual se sobrepone al papel que la sociedad le suele imponer.
Vemos un joven capaz de tomar decisiones, aventurarse y vivir lo mejor posible,
haciendo del país teutón, un segundo hogar.
Por otro lado está “Wholetrain”
(2006) de Florian Gaag, donde la
juventud adquiere otro carácter. Así ambas películas son diferentes y, al mismo
tiempo, empatan en el manejo del tema. En esta ocasión se trata de un grupo de
grafiteros, que contrarios al honrado y a veces ingenuo personaje de Ramón, intentando desenvolverse en las calles de Alemania, éstos se adueñan de las mismas. El arte
urbano es vital para hacerlo. Entre los grafiteros es común competir, como grandes
artistas deben marcar su territorio con tagers y realizar murales en los vagones
del tren, estando inactivos en los talleres. Aquí vemos la enorme diferencia en
la conducta de la juventud. Los personajes de “Wholetrain”, parecen decir: “el
arte va en serio, nada nos detendrá”. Son la expresión de la adrenalina, la trasgresión
del espacio público en búsqueda de un espacio propio, para realizarse como
artistas y ser cada día mejores, incluso poniendo en riesgo sus vidas.
Nastero Olvido
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